Presencia Misionera en Costa Rica
El 6 de marzo de 1990 llegaron a Costa Rica las cuatro primeras misioneras con el fin de fundar una casa misión, a petición de monseñor Ignacio Trejos Picado, obispo de la diócesis de San Isidro del General, que por varios años venía solicitando la presencia de las hermanas, ya que en su diócesis se encuentra el mayor número de indígenas de Costa Rica, Un equipo de diferentes nacionalidades pero con un mismo espíritu misionero, que llenas de entusiasmo y alegría, llegaron a compartir su fe y esperanza entre los indígenas Ngöbes de esta zona.
En el año 2007 se inicia una labor misionera en toda la diócesis, con el apoyo de Monseñor Guillermos Loría Garita, con fin de animar la Pastoral Indígena en todos los territorios que la conforman. Bribris, brunkas o borucas, cabécares, chorotegas, huetares, malekus, Ngöbes y teribes conforman el mosaico multilingüe, plurietnico y pluricultural de este país costarricense. Ocho culturas, seis idiomas y 24 territorios delinean la riqueza milenaria de la Costa Rica indígena.
La misión se realiza a través de la visita a los Territorios, comunidades y familias. Acompañamiento en la defensa de los derechos, especialmente la recuperación de tierras y territorios. Pastoral de la mujer a través de la formación en valores, confección de artesanías y otros. Formación a los agentes de pastoral (Catequesis, familia, jóvenes, desarrollo social, delegados de la Palabra) de forma integral a partir de la cultura.